viernes, 12 de diciembre de 2014

Gato

Vienen y nadie sabe de dónde vienen.
Vienen de la tristeza oscura de los látigos
que en una noche negra azotaron la selva
y dejaron sin sangre para siempre a la luna.
Vienen de aquella sangre,
vienen de aquella selva,
vienen de la lujuria de una médula tierna
que al llegar a los hombres dulcemente se evade.

E
l fondo de sus ojos tiene pájaros muertos
y en las garras dormidas peces acribillados.

Vienen y nadie sabe de dónde vienen...
Vienen... 

JOSÉ LUIS HIDALGO, Los animales (1945)

2 comentarios:

  1. Padezco ailurofobia inexplicable en un admirador de la especie. La gatomaquia es uno de mis poemas favoritos. Contemplar la vida de los asilvestrados del tejado del patio interior de mi manzana, una vocación. De lejos, hermosos como panteras o leones; de cerca, se me electriza el vello...

    ResponderEliminar
  2. Ingrata ailurofobia (¡vaya palabro!) que te niega la cercana contemplación de la secreta sabiduría de estos felinos...

    ResponderEliminar